viernes, 22 de febrero de 2013

10ª ruta:-30/12/2012-Cabo Palos, la última salida del 2012.

Saludos a todos los lectores, nuestras mas sinceras disculpas por tener esto algo abandonado, la verdad se hace mas fácil comentar en nuestra pagina de facebook y ver allí todas las fotografías y demás pero no por ello tenemos excusa para seguir relatando nuestras aventuras por esta otra vía.

Nos remontamos a la pasada navidad, mas concretamente al pasado 30/12 a punto para las uvas.

La ruta fín de año la preparo nuestro compañero José Manuel mas conocido como Joro.

"Como iba siendo habitual, los chic@ del club no faltaban a su cita dominical de quemar cañas, nunca mejor dicho ya que estamos en fechas navideñas y como todos sabemos en nuestro entorno hacemos sesiones maratonianas delante de mesas llenas de buena comida. 



Esta vez nos tocaba una jornada corta de poca o mejor dicho de escasa dificultad, se nos presentaba por delante la llamada ruta de "los 10.000 pasos" que se encuentra en el pueblo de Cabo Palos.
Los chic@y el tío Sam dejamos nuestros vehículos en el parking del conjunto de edificios llamados exagonales, cuando estuvimos preparados comenzamos a caminar, llevábamos hechos unos escasos 200 metros cuando nos paramos para hacer la primera foto oficial en un sitio mítico, digo lo de mítico porque en la época de los años`80 cuando el cine español rodaba largometrajes por toda la costa española en algunos de esos largometrajes salían esos setos en forma de "La Manga".



Bueno los chic@ y el tío Sam continuamos andando,mas adelante a la entrada de Cabo Palos vimos el cartel informativo de la ruta y las primeras señales de por donde iba a ir nuestro más próximo futuro, poco a poco fuimos introduciéndonos por las calles del pueblo pasando por la zona del mercadillo, seguimos andando por  las marcas que el tío Sam dejaba y nos arrastraban hasta llegar al paseo marítimo.




Como era de imaginar estaba desierto desde esa zona teníamos unas buenas vistas del mar mediterráneo y sus fabulosas playas aunque se estropeaban un poquito, al mirar hacia la izquierda al ver esos monstruosos edificios de hormigón que lo cubren todo, pero sin duda al mirar al otro lado, hacia la derecha se ve nuestro objetivo; eso si es una maravilla arquitectónica.

Proseguimos andando los chic@ y el tío Sam hacia nuestro objetivo, el camino se inclinaba un poquito pero nada que nuestras fuertes y poderosas piernas no puedan aguantar, cuando de repente todo sucedió el tío Sam se puso en guardia; todo erizado sus músculos tensos y duros como una piedra el rabo tieso las orejas en guardia ... , lo había divisado un enemigo de su raza pero tres veces mas grande que el, pero eso a él le daba igual si tenia que luchar lo iba hacer sin duda hasta dejarse la vida si fuese necesario para salvarnos la nuestra. Pero todo quedó en un susto el enemigo paso de largo aun así el tío Sam ladró y puso los puntos sobre las ies por si acaso el enemigo se daba la vuelta y nos atacaba.


El grupo después del susto siguió su camino y entonces alzamos la vista y allí estaba en lo mas alto de la roca alzándose como un verdadero gigante, un coloso de la arquitectura de murcia era él, el "Faro de Cabo Palos"
Si señores nos había iluminado durante todo nuestro pequeño pero intenso camino, allí estábamos nosotros en lo alto de la roca pero en los pies del faro, 51 metros de pura piedra, haciéndonos fotos contemplando sus maravillosas vistas  -ya quisieran algunos madrileños-.
Os imagináis todo lo que este gigante habrá iluminado, todo lo que habrá visto desde la época de Carlos I  que mando a construir. Desde allí se pierde el agua por el horizonte, ¿cuantos navíos se habrán hundido en sus aguas? pero y ¿cuantos de ellos se habrán salvado de morir en ellas?
Después de contemplar el gigante faro y sus maravillosas vistas y como no de hacernos fotos proseguimos el camino por las orillas de unos mínis acantilados  hasta llegar al puerto, debido a las fechas que nos encontramos había muy pocos barcos de recreo, solo estaban los que salen a faenar y algún que otro pescador preparando y arreglando las redes.




Como dicen que los humanos tenemos instinto -y yo creo que es verdad- el destino nos hizo pasar por delante de unas terrazas donde se veían cervezas y se olía aceite quemado de las cocinas y todo eso nos abrió el apetito,y así lo hicimos paramos en uno de ellos a refrigerarnos  tras la pequeña paliza, algunos se reirán pero después de tantas comidas hacer cinco kilómetros mas o menos se hace durillo.
 
       





Lo bueno se acaba, se acerca el fin de la ruta después del refrigerio solo quedaban unos 500 metros ligeramente inclinados hacia abajo hasta llegar a nuestros vehículos, y como no, irnos a seguir celebrando la navidad con buenas comidas."